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Querida y Amadísima Maestra: Le estoy escribiendo a Usted con mi corazón lleno de gratitud. Oh, Maestra, a veces no sé cómo expresarle mi agradecimiento a Usted. Viendo los vídeos que muestran el sufrimiento de La Maestra debido a la humanidad, yo lloré y deseé que Dios pudiese usarme de alguna manera para que yo pudiese sufrir el dolor por Usted, porque no puedo soportar ver Sus lágrimas. Oh, Maestra, la más compasiva y Gentil, yo seguiré Sus pasos con toda mi reverencia. Me gustaría pedir Su permiso para relatar mi experiencia interior. Durante mi meditación vi un autobús lleno de personas viajando por la carretera. De repente hubo un terremoto. La tierra estaba temblando con violencia y seguía agrietándose. La carretera se puso como vertical, y todos los pasajeros del autobús murieron. Me estaba preguntando lo que estaba pasando. Mirando hacia arriba al cielo vi muchos demonios gigantes con cuernos curvados y grandes. Sus ojos rojos miraban a la Tierra y enviaban rayos destructores de energía. Entonces aparecieron anillos de fuego en el cielo, que servían de puertas para que la energía destructiva pasase a través de ellas y hacia la Tierra. Yo estaba asustada y me miré a mí misma. Me vi a mí misma de pie en una casa grande con luz blanca. La casa tenía una luz muy brillante. Parecía tener todas las columnas y todas las paredes, pero como la luz era tan brillante, brillaba a través de aquellas grandes columnas, así que pensé que estaba de pie dentro de una casa transparente con una luz extremadamente brillante. En aquella casa, con calma instruí a mis seres queridos sobre qué hacer para salvarse a sí mismos en aquel tiempo tan urgente. Noté que mi corazón estaba muy en paz y mi voz era calmada y clara. Y fui muy afortunada porque los miembros de mi familia me escucharon y actuaron de acuerdo con mis instrucciones. Después de acabar la meditación pensé y comprendí que los iniciados, que practican el Método Quan Yin con diligencia, estarán protegidos en esa casa de luz. Aunque llegue la hora final, esos iniciados estarán protegidos y debido a los méritos de su práctica espiritual, estarán sabios y calmados para encontrar una forma de salvar a los miembros de sus familias. Le estoy muy agradecida a Usted por darme el regalo más precioso, que no será dañado ni robado por nadie. A través de esta experiencia deseo que todos los hermanos y hermanas escuchen a La Maestra y mediten más diligentemente, porque solo la práctica espiritual puede salvarnos a nosotros mismos y a nuestros familiares. ¡¡Pequeña discípula de La Maestra!! Tú Anh desde Âu Lạc (Vietnam) Querida Tú Anh, Gracias por la vívida descripción de su experiencia interna. La Maestra tiene una respuesta a su amorosa carta: “Devota Tú Anh, gracias por tu amor y preocupación por mi bienestar. El cuerpo de La Maestra está hecho para soportar el dolor y el sufrimiento de este mundo, para que las deudas de karma puedan ser pagadas. ¡Tú profundo amor por mí y tu incondicional práctica espiritual alegran mi corazón y hacen mi trabajo más fácil! Además, es cierto que solo la práctica sincera y diligente de la meditación nos puede proteger y elevarnos y a muchas de nuestras generaciones. Que la Luz eterna de Buda brille con fuerza sobre ti y el agradable Âu Lạc (Vietnam)”.
