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La diligencia honesta, la Gracia del Maestro y la Misericordia de Dios aseguran un Lugar en el Reino superior, parte 11 de 19

2024-09-11
Lecture Language:English
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Practica con humildad, sinceridad. Alaba a Dios siempre, alaba a todos los Maestros, para que te protejan de tu propio enemigo que es tu ego - tu ego ambicioso, tu codicia de fama y ganancias. Ese es el peor enemigo que puedes tener, peor que los demonios, peor que los fantasmas, peor que cualquier otro ser malo de este planeta o de cualquier parte. Porque si ellos son demonios pero tú eres virtuoso, tú estás firme en tu práctica espiritual, eres puro de corazón, amas a Dios, amas a los Maestros y amas a muchos otros Maestros, entonces ningún demonio pude acercarse a ti, por no hablar de hacerte daño. Ningún fantasma puede acercarse. Tienen que quedarse alejados a decenas de millas. Pero si eres avaricioso, ambicioso y construyes tu fama y fortuna sobre falsas pretensiones o una especie de imaginación falsa y veleidosa, entonces estás perdido. Entonces los demonios estarán a tu alrededor a toda hora y alimentarán tu ego con toda clase de fantasías, y quizá te mostrarán algo de poder mágico para que creas que tú eres alguien. No, no, no. Eso no es un Buda.

El Buda no exhibía magia, ni siquiera usaba magia, a menos que Él tuviera que hacerlo, para ver a algunos discípulos. Él volaba dentro de Su propio grupo, y nadie más lo podía ver excepto los devotos que lo invitaban a Él, por ejemplo así. Él no lo hacía para presumir. Él aprendió eso antes o algo de eso le llegó a Él de forma natural. Ya os lo he dicho. Pero Él no hizo eso solo para que la gente Le aplaudiese, para que Le dijese bravo o Le diesen más comida de la que podría comer.

El Buda lo hacía todo correctamente, apropiadamente, solamente a la hora correcta y en el momento correcto. Cualquier cosa que Él hacía, como aparecer delante de los discípulos encarcelados para confortarlos, es como la Reina (Vaidehi) antes - Ella estaba en la cárcel y quería ver al Buda. No podía, así que rezó al Buda. Por eso el Buda apareció en Su cuerpo de luz, su manifestación corporal - no el cuerpo físico, pero parecía exactamente el cuerpo físico. Y a veces incluso lo puedes tocar. Puedes darle la mano o el Maestro incluso te abraza - como un cuerpo físico real, pero es un cuerpo manifestado.

Y el Buda manifestó Su cuerpo en Su cárcel donde nadie podía entrar, por supuesto. Era una cárcel estricta; nadie podía entrar allí. Buda se quedó allí dentro durante mucho tiempo mientras le enseñaba a Ella el método de Buda Amitābha, para enseñarle a meditar y contemplar allí en la Tierra de Buda Amitābha, y más tarde Ella renacería allí. Pero Ella tenía que ser estricta. El Buda le dijo a Ella qué aspecto tenía la Tierra de Buda Amitābha, todo en detalle, y Ella tuvo que memorizar y recordar todo aquello, cada día, y pensar en todos aquellos detalles y recitar el nombre de Buda Amitābha. No es solo recitar el Nombre de Buda. Cuando el Buda Le enseñó, todo fue en detalle, y el Buda dijo que Ella tenía que recordar siempre aquello en Su mente, el paisaje de la Tierra de Buda Amitābha. Así es como Ella pudo renacer allí.

Por eso no todo es así de fácil, en realidad. No puedes estar tan concentrado como para recordar todos los detalles de qué aspecto tenían las flores, qué aspecto tenía el agua en aquel lago de néctar en la Tierra de Buda Amitābha, y cómo cantaban los pájaros allí, que clase de canción, qué clase de melodía, por ejemplo. Así que esa fue la manifestación del cuerpo de Buda para ayudar a un discípulo cuando lo necesitaba, pero Él no usó Su magia ni nada. Solo es una cosa natural que ocurrió, porque el Buda tienen muchas clases diferentes de poderes para usar para ayudar a Sus discípulos.

Y la mayoría, solo los discípulos o la gente implicada lo ven. Pero a veces otras personas de fuera lo ven. Como en una familia, la madre no lo ve, pero el niño no iniciado ve a La Maestra venir a su casa y hacer esto y lo otro, por ejemplo. O incluso un no iniciado de fuera, un miembro de la familia o amigo vino y vio a La Maestra en la casa, haciendo cosas o bendiciendo. Puede suceder también, pero no siempre ocurre así.

Por regla general, el Buda solo lo manifestaba cuando era necesario. O siempre – incluso siempre, pero no todo el mundo lo puede ver. Incluso en mi asamblea completa, por ejemplo, cuando todos los discípulos estaban allí, solo algunos discípulos veían a los Budas yendo y viniendo, o cualquier otro milagro, o los milagros de la Maestra en esa asamblea, bendiciendo a este o al otro. Pero los otros no veían nada, no se daban cuenta de nada. Solo un grupo de discípulos en aquel momento lo vieron. Tenemos algunos de aquellos testimonios. Muchos – es solo que a veces ellos no lo escriben. Normalmente les digo que no lo hagan, pero a veces ellos no lo pueden evitar. Tienen que escribirlo; les encanta compartirlo con los otros, para animarlos a seguir practicando.

Y una vez, algunos de mis discípulos fueron a un lugar a practicar y muchos monjes tibetanos fueron detrás de ellos, corrieron hasta ellos y les preguntaron: “¿De dónde habéis venido? ¿Qué estáis haciendo? ¿Por qué vienen tantos Budas a donde vosotros estáis y hay tanta Luz?” Y todas esas cosas. Algunos monjes tibetanos también hicieron eso a mis así llamados discípulos. Creo que recuerdo a uno de los discípulos diciendo esas cosas. No puedo recordar cuándo y dónde – años recientes, quizá en el Ashram de New Land o algo así.

Pero no es solo allí. Durante años me han dicho algo a toda hora a mí sola en privado, y me preguntaban: “¿Qué clase de nivel es ese?” Porque en un nivel hay muchos paisajes. Es como una característica del paisaje, para que podáis reconocer dónde estáis. Como una discípula que resultó estar en la Tierra de Buda Amitābha, entonces volvieron a casa y miraron el Sutra de Buda Amitābha, lo compararon y dijo: “Oh, yo estaba en la Tierra de Buda Amitābha. Eso es seguro”. No es una ilusión. Porque ella también sabía eso durante la visión interna, pero cuando salió de ella, hubo alguna duda que le entró sobre dónde había estado. O bien ellos me preguntan, o si no estoy allí, van a “preguntarle” a algún sutra, o piden al Buda que lo explique.

De cualquier forma, sabemos qué es ilusión, qué no lo es, porque en el momento de la iniciación también os lo enseñaron. Yo os enseñé cómo reconocer al Maestro real interior, o maya que crea ilusiones, os hace trampas, y os engaña. Y todos sabéis eso. Solo que algunos supuestos discípulos, ellos no son discípulos. Son demonios ya y no se arrepienten. Simplemente vienen, abusan de mi amor, de mi bondad, y quieren tomar mi Poder para engañar a la gente por dinero, por fama y por la oportunidad de abusar de otros que son fieles e inocentes. Como que se hacen monjas o monjes con ellos y abusan de ellos, por ejemplo así. Y ya sabéis eso. Hay algunos testimonios de gente de fuera incluso - de monjas de fuera de mi grupo, de monjas budistas. Y también me echan la culpa incluso. Yo no sabía nada de eso hasta hace algunas semanas. Oh, Dios mío. Dios lo sabe. Terrible, terrible. Oh Dios mío, terrible. Lo siento por todas estas personas inocentes.

Pero ellos me conocen. Si saben que yo soy su Maestra, ¿por qué no han venido a mí? Porque podrían haberlo pedido. Simplemente apuntan sus nombres y sabemos dónde están y entonces yo puedo enviar a mis monjes hasta ellos. Ellos ni siquiera tienen que venir hasta mí. Gastamos dinero en ellos. Ellos no tienen que gastar dinero por mí, ni siquiera para el billete de avión. Algunos se lo pueden permitir. Vienen a verme si quieren, por decisión propia.

Y antes de la iniciación ya he dicho a los monjes o monjas quiénes han sido elegidos para esa tarea, por ejemplo, quién va a Âu Lạc (Vietnam) en qué día y quién va a Tailandia en qué día y quién va a Mongolia en qué día, quién va a América o Europa, por ejemplo, etc. etc. Todos lo sabemos ya. Ellos me dan los nombres de las personas que quieren ser iniciadas. Y yo entonces lo apruebo. A la mayoría las apruebo. Raramente rechazo - quizá a un par. Hasta ahora, toda mi vida, solo un par. Normalmente los apruebo a todos. Y entonces vienen un día en concreto y él(/ella) da la iniciación a ese grupo. No les cuesta nada. Incluso si mis monjes(/monjas) fueran a sus casas a estar temporalmente, yo lo pago todo - el alojamiento, la comida, la gasolina, el avión o los billetes que sean. Nunca tomo nada de ningún discípulo antes, durante, después de la iniciación, la vida o la muerte, nada. Desde que era niña, nunca he querido tomar dinero de nadie de ninguna forma.

Photo Caption: Somos Nuevas, Pero nos conocemos bien como Amigas

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