Extracto de “¿El infierno es real o no? – Thích Nhật Từ” : Basándonos en ese budismo Theravada, está claro que la imagen del infierno es solo un medio de educación moral, porque si todos renacieran inmediatamente, entonces no habría infierno. Extracto de “Thích Nhật Từ: El Reino de la Tierra Pura Occidental no existe”. : ¿Recitar el Nombre del Buda puede conducir al renacimiento en la Tierra Pura Occidental de la Felicidad Suprema? La respuesta, según la historia y basada en el sutra 18 del Dīgha Nikāya, es no. Porque la Tierra Pura Occidental de la Felicidad Suprema no es real.
Mis discípulos incluso fueron a la Tierra del Buda Amitābha y describieron de qué se trata. Un viaje al Cielo – el Paraíso Occidental de Amitābha o “La Tierra Pura de la Felicidad Extrema” Así pues, bastantes personas pueden ver la Tierra del Buda Amitābha. ¿Cómo puede usted, como monje, decir que no existe la Tierra del Buda Amitābha? Dijo que es “sólo un concepto”... y que ni siquiera el infierno. ¡Vaya, vaya, vaya! Esperemos que no tenga que ir al infierno para averiguarlo. Hay una monja, ella escribió su experiencia en el infierno. Ella solía vender personas-pollos y personas-patos, y fue al infierno y la castigaron. Estuvo a punto de desaparecer para siempre, pero como la Bodhisattva Quan Yin interfirió y la ayudó... Entonces tuvo que ser castigada por algún tiempo, temporalmente. Y luego ella fue liberada y volvió para continuar su práctica de monja con más diligencia.Extractos de Una historia electrizante de una monja vietnamita que fue al infierno; muchas verdades reveladas : Eran alrededor de las 10 de la mañana cuando me encontré en una hermosa escena, con frondosos árboles verdes. Había un puente muy largo. Caminé por el puente durante un rato y luego se derrumbó. Caí a un río y luché por nadar, pero no pude llegar a la orilla. Extrañamente, la orilla del río estaba allí mismo, pero no podía alcanzarla por mucho que nadara. En ese momento, me sentí perdida y muy asustada. Poco a poco, la corriente me llevó hasta la puerta del mar, y el agua se volvió muy fría, atravesándome el corazón y el hígado. Miré a mi alrededor y vi que no estaba sola; muchos otros se adentraban con la corriente en este mar helado. Había occidentales, asiáticos, viejos y jóvenes, hombres y mujeres. Sentí que me congelaba y mi cuerpo se puso rígido. Abrumada por el miedo, oí una voz desde arriba que decía: «¡Recita el nombre de Buda!». Intenté recitar con todas mis fuerzas, pero tardé mucho en poder pronunciar la palabra «¡Buda! Buda!» Poco a poco, fui capaz de recitar «Buda Amitābha». Luego la frase completa: «Namo Amitābha Buda». Gracias a ello, me sentí mucho más tranquila. En ese momento, me volví hacia las dos personas que estaban a mi lado y recité el Nombre de Buda para ayudarlas. Finalmente, me llevaron a un gran castillo, con imponentes montañas detrás. Al ascender al castillo, me horroricé al ver a los temibles seres con cabeza de toro y cara de caballo, así como a los incontables y enormes Reyes Demonio, todos ellos elevándose como montañas. Entonces, uno de los Reyes Demonio me condujo a una puerta, que se abrió automáticamente, revelando una Luz radiante que era increíblemente magnífica y hermosa. En ese momento, reconocí al majestuoso Bodhisattva Kṣitigarbha, al Bodhisattva Avalokiteshvara y al Bodhisattva Cundi sentados majestuosamente en Sus tronos. Inmediatamente incliné la cabeza y me arrodillé en reverencia a los Tres. Entonces los Tres Bodhisattvas me guiaron para que confesara y me arrepintiera de mi mal karma. Una vez completado el arrepentimiento, los dos Reyes Demonio me condujeron a los infiernos, iniciando un viaje aterrador y sin precedentes. Los infiernos eran realmente inmensos y no podían atravesarse sin los poderes sobrenaturales de los Reyes Demonio. La primera puerta del infierno que se abre es el Infierno de la Impiedad Filial. Lo que más me llama la atención son los horribles pinchos de hierro sobre una gigantesca plataforma de pinchos, de forma circular, con un incontable número de personas sobre ella. Los Reyes Demonio empujan a las almas pecadoras que flotan en el aire, y luego son aplastadas por rocas que caen desde arriba, empalándolas en pinchos de hierro gruesos como dedos, de los que brota sangre profusamente. Este castigo, como todos los demás, se repite sucesivamente sin fin. En otros lugares, hay mesas heladas donde las almas yacen y se sientan en desorden, heladas hasta los huesos. Los dos Reyes Demonios dicen que es la consecuencia de abandonar a los padres al hambre y al frío. A continuación, me conducen al segundo infierno, llamado Avici (Infierno ininterrumpido), donde las almas fueron enviadas debido a la comisión de 80 tipos diferentes de culpas, como prácticas empresariales fraudulentas, robo y daño a terceros, usura, explotación de trabajadores y peleas entre hermanos por la herencia. Los castigos aquí son diversos, como verter cobre hirviendo en las bocas, arrancar y cortar lenguas, cortar manos y pies, dejar que serpientes y escorpiones muerdan y desgarren la carne,...etc. Las almas culpables gritan de terror. Si hubiera una cámara para grabar esto, ninguna película de terror podría compararse. Cualquiera que lo viera preferiría morir antes que atreverse a cometer un pecado. A continuación, me conducen al Infierno de los Diez Grandes Males, donde hay numerosos dispositivos de tortura como molinos, clavos punzantes, pilares de cobre en llamas,...etc Hay un caldero enorme, como un gran lago, lleno de gente que se retuerce y grita mientras se balancea arriba y abajo. Aquí se condena a las almas culpables de pecados como el asesinato, el aborto, el adulterio, el incesto, la prostitución,...etc. A continuación está el Infierno de Fuego. Por todas partes arde el fuego, reservado a los profesores y alumnos que han cometido pecados, como los profesores que ocultan conocimientos, enseñan planes de estudios erróneos, carecen de conciencia, dañan a sus alumnos y los alumnos que golpean o matan a sus profesores,...etc. A continuación está el Infierno de los Doce Grandes Males, reservado a 12 pecados mayores que ponen en peligro a la sociedad. Es extremadamente difícil para las almas condenadas aquí escapar y renacer en otros reinos. Dentro de este infierno hay un mar de agua helada, con feroces monstruos acechando bajo la superficie, y encima hay varios dispositivos de tortura que provocan escalofríos. Encuentro con muchos monjes y monjas en el infierno Me sorprendió reconocer a mi tía entre las innumerables almas que había allí. Estaba siendo arrastrada por demonios con cabeza de buey y cara de caballo, que no dejaban de cortarle el cuerpo, con sangre y carne esparcidas por todas partes. Si uno luchaba por escapar, era inmediatamente apuñalado en pedazos por los ganchos de hierro que colgaban por encima. Intenté llamar a mi tía, pero las almas de aquí parecían no tener oídos y no podían oír. Cuando vivía, durante el antiguo régimen, mi tía traficaba con drogas desde Camboya para venderlas en el país. Vivía una vida de lujo, con abundancia de dinero, casas y coches, mientras sus hijos gastaban extravagantemente. Después de 1975, el karma la alcanzó rápidamente. Su riqueza se disipó por completo, sus hijos se volvieron malos hijos y se marcharon a otros lugares. Cuando falleció, ni siquiera había dinero para comprarle un ataúd. Pero la gente mundana sólo puede ver una pequeña fracción de esa retribución kármica, sin saber que las consecuencias son millones o miles de millones de veces más horribles aquí abajo, en el infierno. Los falsos cultivadores son severamente castigados La siguiente prisión a la que fui conducida se llamaba Gran Avīci. Como su nombre indica, esta prisión es mucho más grande que las demás, con un ambiente lúgubre y espeluznante difícil de describir. Esta prisión es para falsos monjes de distintas religiones, como el budismo, el cristianismo, el islam y muchas otras. Incluye cientos de pecados diferentes, como regañar a los verdaderos monjes, hacer un mal uso del dinero y las propiedades públicas, romper los preceptos y la disciplina moral, poner a miembros de la familia en el poder en el templo, hacerse pasar por monjes con ánimo de lucro, construir templos falsos con ánimo de lucro, dar falsas explicaciones de las enseñanzas de Buda, cegar a la gente de la verdad,...etc. Los Reyes Demonio me mostraron a un monje que había sido ascendido al rango de Venerable, de unos 70 años de edad, vestido con una túnica amarilla, sentado en un lecho de pinchos, con los brazos y las piernas mordidos por perros y los ojos picoteados por cuervos, cubierto de sangre. Malinterpretó las enseñanzas budistas, dando a menudo explicaciones falsas, predicando con frecuencia y atacando a los monjes auténticos. Además, utilizaba las ofrendas en beneficio propio, comprando casas a nombre de familiares, acumulando un pesado karma. Finalmente, tras llevarme por varios reinos infernales, los Reyes Demonio me devolvieron al lugar original, donde me incliné respetuosamente ante los tres Bodhisattvas: Bodhisattva Avalokitesvara, Bodhisattva Kṣitigarbha y Bodhisattva Cundi. Tras la reverencia, los Bodhisattvas me indicaron que entonara el Nombre de Buda y siguiera Su guía. Me vi elevándome en el aire, regresando al mundo humano y volviendo a entrar en mi cuerpo. Era mediodía y marcaba el final de mi horrible viaje por el infierno.
¡Hay tantas historias! No solo la de la monja; solo menciono que es una monja porque ella no te mentiría. Aunque algunos monjes y monjas mienten para su propio beneficio. No sé por qué. En verdad que ellos no han estudiado el budismo. No tienen miedo del karma. O quizá vinieron del infierno ellos mismos o son los hijos del Rey Mara, ya que él juró enviar a sus hijos para ser monjes y monjas para destruir el budismo. Si no, ellos no habrían dicho semejantes cosas. Porque para el budismo, la Tierra del Buda Amitābha, es muy popular. Muchas personas no pueden hacer mucho, nada, así que solo recitan el Nombre de Buda Amitābha porque Él tiene Luz ilimitada; Su Luz está brillando en todas partes, incluso en el infierno, aunque la gente del infierno no la puede ver. Así que la gente cree mucho en el Buda Amitābha, porque Él es famoso y Su método de liberación es fácil de acuerdo con el budismo. La gente solo recita “Buda Amitābha” sin parar, con un solo objetivo, y también imaginan, visualizan Su Tierra como el Buda Shakyamuni se la describió. Esto se debió a que una vez el Buda Shakyamuni respondió a la plegaria de una Reina, se apiadó de Ella, usó Su Cuerpo de Luz para ir a una prisión, donde la Reina estaba encarcelada, para enseñarle este método de recitar el Nombre del Buda Amitābha, así Ella se liberó después de Su muerte. Ellos renacerán en la Tierra del Buda Amitābha en diferentes niveles, desde el más bajo hasta el más alto gradualmente con el tiempo. Depende de cuán sincero seas, cuán concentrado estés cuando estés recitando el Nombre de Buda y cuando visualices Su Santa Tierra. “Después de adorarle a Él, la Reina Vaidehi levantó la cabeza y vio al Buda Shakyamuni, el Honrado por el Mundo. [...] ‘Te suplico, Honrado por el Mundo, que me reveles una tierra sin penas ni aflicciones donde pueda renacer. [...]’ Entonces el Honrado por el Mundo le dijo a Vaidehi: ‘¿Sabes que Amitābha no está lejos? Fija Tus pensamientos y contempla esa Tierra de Buda. [...]’ ‘En cada región de esta Tierra enjoyada hay quinientos koṭis (cincuenta mil millones) de pabellones enjoyados en los que innumerables Devas tocan Música Celestial. También hay instrumentos musicales suspendidos en el cielo que, como los de los estandartes Celestiales enjoyados, producen espontáneamente Tonos incluso sin intérprete. Cada Tono proclama la virtud de la atención plena a Buda, el Dharma y la Sangha. Cuando se ha logrado esta contemplación, se conoce como la percepción general de los árboles enjoyados, el suelo enjoyado y los estanques enjoyados de la Tierra de la Mayor Beatitud. Se trata de una visualización compuesta y se denomina sexta contemplación. Aquellos que han percibido estos objetos se librarán del karma maligno extremadamente pesado que han cometido durante innumerables kalpas (eones) y ciertamente, después de la muerte, nacerán en esa Tierra.’” ~ Sūtra Amitāyurdhyāna El Buda Amitābha es uno de los Budas más queridos. Así que si eres un monje budista y dices que no existe la Tierra del Buda Amitābha, no sé cómo reaccionará la gente ante eso. Yo misma rechazo ese discurso. Eso es basura. Son tonterías. Eso es inexistente. ¡Eso es anti-Buda! Eso es una falta de respeto al Buda Amitābha y una falta de respeto a todos los Budas, una falta de respeto a todos los budistas, una falta de respeto al Buda Shakyamuni bajo Cuyo nombre él (Thích Nhật Từ) se hizo monje, y se hizo famoso, conocido y de confianza de muchos de los fieles budistas que lo siguen. Es una falta de respeto a todo el budismo en general. Así que de verdad que no entiendo en qué clase de monjes se han convertido las personas hoy en día. Juzgad por vosotros mismos. Yo solo os digo la verdad. Ese Sr. Thích Nhật Từ dijo eso. Podéis leer su discurso. Y él también dice malas palabras delante del público. Esa es la verdad. No quiero juzgar ni nada. Solo os digo la verdad. Podéis mirar en YouTube o en internet. Yo lo vi por casualidad. Y alguien de mi equipo lo imprimió y me lo dio a leer también. Quizá lo podamos compartir si ellos lo encuentran otra vez, algunas de sus charlas. E incluso le enseña a los seguidores cómo tener sexo y cosas de esas. ¿Necesitamos que un monje enseñe esas cosas? Hoy en día se puede leer en todas partes.Pasaje de “Noticias impactantes” ; La gente se c*ga en la cabeza, se c*ga en la cabeza, se c*ga en la cabeza del budismo se c*ga en las cabezas de los monjes y las monjas y se c*ga en la práctica y el estudio del budismo. Extracto de “El falso monje Thích Nhật Từ predica sobre el sexo” : En términos de karma, si usas herramientas para satisfacer tus deseos sexuales, no se considera un pecado. El Buda tampoco lo veía como un pecado.
Lo tienen incluso antes de que nazca todo el mundo. Antes incluso de saber que tenemos este planeta, los humanos ya saben qué hacer para esas cosas. Tales cosas no necesitan que un monje las mencione. Él dice cualquier cosa. Está más allá de mi comprensión. Pero como dijo el Buda, en esta Era del Fin del Dharma, los monjes no son monjes. Photo Caption: ¡Protegiéndote aunque estés hecho jirones!